La joven Alondra Zamudio, pareja sentimental de la joven Verónica Fonseca, informó a través de su cuenta de Twitter que su novia ya fue localizada.
“Vero ya está bien, está en un lugar seguro… Agradezco infinitamente a todas las personas que me ayudaron y estuvieron al tanto de todo esto”, se lee en el mensaje que publicó, este jueves 15 de abril, a las 12:42 pm.
El pasado miércoles 14 de abril, el director de Diversidad Sexual de la Subsecretaría de Derechos Humanos del Gobierno de Jalisco, Andrés Treviño Luna, dio a conocer que, el pasado jueves 8 de abril, la novia de Verónica, la joven Alondra Zamudio denunció a través de sus redes sociales la desaparición de su pareja, por lo que la dependencia comenzó a brindarle asesoría jurídica para iniciar la búsqueda con perspectiva de diversidad sexual.
Alondra Zamudio señaló que la propia familia de Verónica, fue quien la llevó a un “tratamiento” de Esfuerzos Para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG).
“Dado que la desaparición sucedió en el estado de Colima, se presentó el reporte de desaparición en la Comisión Nacional de Búsqueda, para que fuera ésta quien turnara el expediente a las comisiones estatales de búsqueda de Colima y Jalisco”, indicó Andrés Treviño.
El director de Diversidad Sexual agregó que el 9 de abril fue turnado a la Comisión de Búsqueda de Colima, por lo que, desde la Subsecretaría de Derechos Humanos del Gobierno del Estado de Jalisco, solicitaron que también les fuera turnado el expediente, ya que, Alondra Zamudio, quien reportó originalmente la desaparición de su novia, había señalado “un presunto traslado de la víctima a un centro para ‘curar la homosexualidad’ en la entidad”.
En ese sentido, Andrés Treviño precisó que el martes 13 de abril “fue remitido el expediente a la Comisión de Búsqueda del Estado de Jalisco, lo que nos permitió iniciar con la búsqueda de Verónica en el estado de Jalisco”.
Además, el funcionario jalisciense puntualizó que “la Subsecretaria de Derechos, Humanos hace énfasis en que la orientación sexual diferente a la heteronormativa no debe bajo ninguna circunstancia considerarse como un problema o enfermedad que requiera de tratamiento, puesto que desde el año de 1990 la OMS reconoce que la orientación sexual y de género no es una enfermedad mental, por lo que toda práctica de “conversión” debe considerarse como acto de violencia violatorio de derechos humanos, a la dignidad, a la salud, a la integridad, a la intimidad, a la seguridad y a la libertad”.
Asimismo, enfatizó que “la privación de la libertad por parte de familiares a personas de la diversidad sexual para ser sometidas a ECOSIG´s es una forma de violencia por prejuicio, que hemos documentado, por lo que consideramos que existen los elementos para presumir que estamos frente a un caso de esta naturaleza”.