Ya son varios los casos de maltrato animal que se han presentado en el país, y particularmente en nuestro estado, Colima, donde este tipo de actos van desde envenenamiento, hasta mutilaciones.
Es por esto que varias organizaciones que se dedican al rescate de animales alzan la voz por los que no la tienen, y exigen justicia, así como endurecer las leyes para frenar esta situación.
El pasado 15 de abril se reportó el envenenamiento de 13 perros de un albergue en el municipio de Comala, noticia que sigue conmocionando a los usuarios de las redes sociales, y que ha movilizado a diferentes organizaciones civiles para apoyar a Sara Judith Cruz Sánchez, propietaria y encargada del Albergue para Perros Saradán Mora Pet House, quien señaló que ya interpuso una denuncia en el Ministerio Público, con el propósito de que sean castigados los responsables del asesinato de sus canes.
“Mis niños no le hacen daño a nadie, juegan, aquí viven felices; me los traigo para que no sigan sufriendo afuera, en las calles, pero desgraciadamente terminaron envenenados y eso no se vale. Ellos están dentro de mi propiedad privada, no es justo que nos hagan esto”, expresó.
Consideró que es necesario que las autoridades de los tres órdenes de gobierno trabajen para concientizar a la población y así frenar el maltrato animal, además de combatir la sobrepoblación de perros y gatos callejeros, mediante campañas gratuitas o a bajo costo de esterilización.
A casi un año de haber empezado con esta labor, precisó que ha logrado dar en adopción a 50 perritos, gracias al trabajo que realiza junto con su familia, y actualmente tienen 85 canes en espera de ser adoptados.
“Empezamos con esta labor en agosto del año pasado, recogiendo perritos que veíamos en el camino, porque nos dimos cuenta de que la gente venía a dejarlos solos en un tiradero, a su suerte; hemos juntado cachorritos, perros grandes, chicos, y siempre los dejan sin nada”, indicó.
Asimismo, señaló que también han rescatado perros de otros lugares, “nos hemos traído perritos de las comunidades de Zacualpan, Suchitlán; de la ciudad de Colima, Villa de Álvarez, y también nos han dejado perritos que la gente no puede quedárselos”.
Para poder continuar con esta labor altruista, sin fines de lucro, mencionó que actualmente necesitan materiales de construcción para poder construir muros en el perímetro del área, ya que actualmente sólo cuentan con malla de alambre y tablas, lo cual no es suficiente para asegurar a los perros, y se pueden salir.
“No tenemos bardas, entonces hay perritos que se me salen y se van, pero luego regresan, pero esta vez ya no volvieron, se me murieron y quedaron en el camino envenenados. Creemos que alguien les dio comida con veneno allá afuera, porque aquí adentro no encontramos nada que pudiera haberles hecho daño”, relató.
Referente a los gastos del albergue, estimó que ascienden a 2 mil pesos diarios, ya que requieren de 26 mil litros de agua al mes y 50 kilos de croquetas al día, aproximadamente, por lo que se han visto en la necesidad de pedir apoyo a las autoridades municipales, pero nunca les han dado respuesta.
“Cada 15 días le hablamos a la pipa para que nos deje 13 mil litros de agua, porque no tenemos ese servicio, además nos acabamos 2 sacos de 25 kilos de croquetas diario; también tenemos que pagar las medicinas de mis niños que están en tratamiento y las consultas del veterinario”, dijo.
En ese sentido, agradeció a quienes se han acercado al albergue para apoyarla, y manifestó que de no ser por los donativos que les hacen esta labor sería mucho más difícil.
“La gente que nos apoya, nos ha traído croquetas, colchonetas, lonas, cobijas, y todo lo usamos para mejorar las condiciones del albergue y mantener a nuestros niños; también tenemos el apoyo de un veterinario que viene a checarlos, pero siempre nos hacen falta cosas”, externó.
Finalmente, hizo un llamado a la población y al gobierno para apoyar este tipo de albergues, los cuales son necesarios para evitar que los animales anden en las calles.